te de jengibre

el te de jengibre se enfria en la taza y la brisa, aunque suavemente, me golpea la cara... puedo ver el calor de afuera pero no lo puedo sentir... a ti amor, te siento todo el día, aunque no te pueda ver... hay un silencio arrebatador entre nosotros, ni la radio a todo volumen lo desenfoca del fondo... las ideas se presentan frag-men-ta-das y sacarlas de cada uno de sus cubículos es sumamente agotador... y el cansancio, la hinchazón... sin embargo el te está delicioso... y la brisa es agradable... recordar, además, es como una caricia al alma... observar como ha pasado el tiempo es un privilegio pocas veces compartido... cargado de tranquilidad... la nostalgia aún está latente pero tengo la impresión de que es posible que aparezca a voluntad... los latidos inexistentes hoy se han multiplicado por tres y han aumentado estrepitosamente su velocidad ya hay cosas que dejaron de ser cosas... y las pérdidas ya están asumidas como eso, pérdidas... nada más... será esto la tranquilidad del alma... la propia digo pq la que se viene es incontrolable... en fin... caminos rectos, decisiones tomadas, tranquilidad... qué tenía este te de jengibre???